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La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo frente a un posible peligro; es un mecanismo adaptativo que nos ayuda a sobrevivir. En efecto, todos hemos sentido ansiedad en algún momento de nuestras vidas. 

Sin embargo, es necesario notar cuando esta se desborda y se vuelve un problema.Esto es más común de lo que pensamos, pues los trastornos de ansiedad, según la OMS, afectan a más de 260 millones de personas en el mundo.

La ansiedad, en sus formas más intensas, puede desembocar en una crisis de ansiedad o un ataque de pánico. Estos se refieren a episodios concretos acompañados de diversos síntomas físicos en que los niveles de ansiedad van en aumento. Es importante conocer qué implican, para así poder identificarlos y aprender a manejarlos.

Crisis de ansiedad

La crisis de ansiedad o angustia, también llamada ataque de ansiedad, se caracteriza por ser un episodio de reacción extrema y creciente de malestar o miedo. Aumenta en intensidad rápidamente y es una sensación constante con síntomas parecidos a los de un infarto.

Su surgimiento suele estar asociado al estrés y a situaciones traumáticas, además de que puede ocurrir por estímulos puntuales. En estos, la ansiedad alcanza un pico de intensidad y luego disminuye, volviendo a un estado de calma o manteniendo un nivel medio de ansiedad.

Síntomas: ¿Cómo identificar un ataque de ansiedad?

Cada persona vive un ataque de ansiedad de manera distinta. Sin embargo, estos son algunos síntomas que se suelen experimentar:

  • Temblores
  • Sudoración
  • Taquicardia
  • Sensación de ahogo
  • Palpitaciones fuertes
  • Sensación de irrealidad
  • Opresión o malestar en el pecho
  • Aumento de la temperatura corporal
  • Sensación de entumecimiento u hormigueo de las extremidades
  • Náuseas, molestias estomacales
  • Temor a morir, a perder el control o el conocimiento
  • Incremento brusco de la sensación de ansiedad y miedo
  • Despersonalización (sentirse fuera de uno mismo) o desrealización (sensación de que lo que ocurre no es real)

Ataque de pánico

A diferencia de las crisis de ansiedad, los ataques de pánico no responden a un estímulo o situación particular, sino que surgen de manera impredecible. Estos responden a una diversidad de situaciones que no permiten identificar una causa común o concreta. Adicionalmente, si la persona experimenta múltiples ataques de pánico consistentemente, puede haber desarrollado un trastorno de pánico.

Síntomas: ¿Cómo identificar un ataque de pánico?

Los síntomas del ataque de pánico son parecidos a los de la crisis de ansiedad. Conozcamos sus síntomas:

  • Miedo a morir
  • Miedo a perder el control, conocimiento o de que algo malo sucederá
  • Sequedad de boca
  • Escalofríos o sofocos de calor
  • Sudoración
  • Sensación de mareo o desmayo
  • Dificultad para respirar
  • Sensación de asfixia
  • Dolor o molestias en el pecho
  • Palpitaciones aceleradas
  • Náuseas y malestares estomacales
  • Sensación de entumecimiento u hormigueo de las extremidades
  • Despersonalización (sentirse fuera de uno mismo) o desrealización (sensación de que lo que ocurre no es real)

¿Cómo ayudar a una persona durante un ataque de ṕanico?

Para apoyar a una persona atravesando un ataque de pánico o crisis de ansiedad, puedes realizar lo siguiente:

  • Permanecer con la persona y mantener la calma: Es importante no entrar en pánico y saber que hay varias formas de ayudar a la persona sufriendo del ataque. Esto también implica hablar de manera simple y con oraciones cortas, para facilitar que la persona te pueda entender. Además, para ayudar a que no se altere más, es importante no hacer movimientos bruscos y actuar de manera serena y predecible.
  • Preguntarle a la persona qué necesita en el momento: No todas las personas experimentan la ansiedad o los ataques de la misma manera. No hay que asumir que hay solo una forma de ayudarlos, sino que se puede preguntar directa y claramente a la persona cómo necesita ser ayudada: “¿Cómo te puedo ayudar?” “¿Qué necesitas?”. Si sabes que la persona sufre de estos ataques, también le puedes preguntar en sus momentos de calma.
  • Realizar ejercicios para disminuir la ansiedad:
    • Para poder facilitar que la persona se calme, puedes hacer que se enfoque en su respiración. Esto significa que pueden inhalar y exhalar juntos de manera tranquila y profunda. Le puedes decir: “Respiremos juntos contando hasta diez”, y esto se puede repetir varias veces.
    • También, pueden realizar tareas repetitivas que enfocan la atención en algo diferente al ataque y que activan el cuerpo, calmando a la persona: “Levantemos juntos los brazos por encima de la cabeza”, contando hasta diez.
  • Apoyar a la persona a que busque ayuda profesional: Cuando haya pasado la crisis, puedes conversar con la persona sobre la posibilidad de encontrar ayuda profesional para poder manejar el problema de manera más sistemática. 

Recuerda que hay ayuda disponible

La ansiedad es una respuesta natural y humana; sin embargo, si presentas síntomas constantes o ataques de pánico recuerda buscar a un profesional que te ayude a entender el porqué de las crisis y te brinde herramientas para poder manejarlas.

Si te interesa angendar una cita con nosotros puees hacerlo a través del siguiente link:

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