Estas son algunas de estas señales:
- Tus niveles de energía han disminuido
- Estás más irritable y a la defensiva
- Hay alteraciones en tu patrón de sueño (dormir más o menos de lo habitual)
- Hay alteraciones en tu alimentación (comer más o menos de lo habitual)
- Haces las actividades sin conectar con ellas ni estar presente
- Sientes ganas de aislarte de los demás de forma excesiva
- Ya no disfrutas las cosas que antes solías disfrutar
- Aumento de tu consumo de sustancias como alcohol, cigarrillo u otras drogas.
Recuerda que buscar ayuda no te hace débil, te hace responsable de ti mismo y de tu salud mental.
Si te interesa agendar una cita, puedes hacerlo a través del siguiente link: